jueves, 4 de junio de 2015

PABLO ROSSI DE SANDWICHERO EXITOSO A PERIODISTA MEDIOCRE

Hace unos años Pablo Rossi y su esposa tenían una sandwichería frente a la Plaza Rivadavia del barrio de Alta Córdoba, un barrio tradicional y populoso de clase media baja. Había terminado la carrera de comunicación social y los aires que soplaban por la época, 15 años atrás no daban demasiada perspectiva para un comunicador recién recibido. La elaboración y venta de sándwiches de miga pasó a ser la forma de sobrevivir en el neoliberalismo feroz para una joven pareja.
Cadena 3 pasó a expandirse, se recuerda la intervención de la ex diputada nacional ultramenemista Leonor Alarcia en la compra del medio que tenía y tiene a dos locutores sanjuaninos como insignias y dueños, Mario Pereyra y Roni Vargas.
El medio siempre tuvo un anclaje populachero, onda Doña Rosa y una línea editorial conservadora y reaccionaria. Nunca cerca de un conflicto sino en su desactivación e invisibilización, mano dura, misoginia y acuerdos políticos que le reportaron legisladores provinciales y diputados nacionales. Blanca Rossi es un ejemplo, sentada en una banca del Congreso por Unión por Córdoba, llegó junto a Juan Schiaretti.  Anteriormente, el ex corresponsal Arturo Miguel Heredia, el del desopilante discurso contra la ley de medios pidiendo que no le prohíban al Pato Donald.
Eso sí audiencia masiva. Es común subir a un taxi  en Córdoba que no sea conducido por un chofer joven y que esté sonando.
Al expandirse mediante normas laxas y flexibles Cadena 3 llega a la mismísima Buenos Aires, año 1999/2000, allí aparece Pablo Rossi como la nueva voz del medio y sus análisis de actualidad de corte y pegue y trabalenguas permanente. No ha cambiado. Ni la pose ni el clasicismo estándar de su vestimenta.  Menos aún sus análisis de vuelo corto como comparar la realidad de Caracas y Montreal, eso sí siempre en el Primer Mundo. Fogonero de la marcha #todossomosnisman, del golpismo encubierto, del periodismo militante de la derecha reaccionaria, un operador del antikirchnerismo cotidiano se recorta nítidamente el perfil de este militante que ejerce debajo de los paraguas del establishment.
Sentado a la derecha del decadente Mariano Grondona sigue haciendo gala de una mediocridad atroz, libros berretas  con títulos para la tribuna de la derecha como la truchada del Nunca Más de última cosecha.
Eso sí, entre aquel pasar apretado de la sandwichería frente a la Plaza Rivadavia y la vida en el country que lleva ahora ha pasado bastante tiempo.



4 comentarios:

  1. Es un artículo lamentable., mediocre, con demasiadas contradicciones. No se puede pasar de sandwichero ( parece ser un trabajo despreciable) a comunicxador social( que atrevimiento!), derecha, izquierda... Hay suficientes ladrones de los dos lados, corr y prsonajes deleznables ... Por favor, lean mucho sobre historia, no se adueñen de lo que no les pertenece( me refiero a la imagen del padre Mujica.

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  2. comparto su comentario, lamentable.

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  3. Asi es este hombre es Periodismo Militante.
    No Periodismo Neutral e Imparcial.

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  4. Excelente Rossi. Asco al peronismo

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