Un artículo del inefable empleado de Magneto, Alfredo Leuco en Clarín del sábado 26 de marzo de 2016 proponiendo crear nuevos organismos de derechos humanos merecería ser calificado como desopilante, en caso de poder ser considerado una pieza periodística y no un simple panfleto de vieja gorila ignorante. Sin ton si son, sin fundamento alguno, de pésima calidad, inentendible y sin profundizar en la falta de conocimiento de los contextos históricos que supondría crear de la nada y por arte de magia espacios colectivos construidos en la lucha, en las calles, sobre la brasa caliente del terrorismo de estado; espacios surgidos de una confrontación contra el sistema de terror imperante; es decir una elucubración onanista pensada en una noche pasado de vueltas, motivado por la impotencia , el odio y la moneda. Un escrito que no llega a la categoría de panfleto. Un delirio. Una risa.
Grave para los que aprueban semejante berretada sin pasar por un filtro de estilo, pero no deja de ser más que una grotesca serie de trompadas a un fantasma. Un brote sicótico surgido al calor de unas copas. Nada.
La desvergüenza lleva a eso, a proponer un aviso clasificado ...mirá donde sería además publicado, proponiendo nueva dirigencia para conducir los organismos de derechos humanos, organizaciones que hacia adentro llevan instalada una práctica de democracia basada horizontalidad con objetivos innegociables.
El delirio va más allá del golpe de estado, de la imposición, del deseo de hacer desaparecer a los referentes históricos y avanza con una danza de nombres para reemplazar la legitimidad construida en plazas, cárceles, persecuciones, muertes por señorones y señoronas aduladores y aduladoras del régimen del terror. Señoronas de barrio norte, la mirada estrecha para no ver un país que tiene dimensiones mucho más importantes que el cuadrado de cafés conchetos y perfumes importados.
Un promotor más del nepotismo que reina en la farándula y el periodismo rentado, como es el insoportable Alfredo Leuco, va de la mano de su coterránea y mediterránea colega, la sobrina del fundidor de Córdoba, Eduardo Angeloz, Mercedes Ninci, ambas voces aturdidoras y chillonas que medran por el Grupo, ejerciendo esa suerte de periodismo militante macri-clarinista, apabullados por la tremenda movilización popular del 24 de Marzo que no solo los dejó atónitos sino que les comió la poca capacidad de análisis de uno de los hechos más trascendentes de los últimos tiempos que dejó a la visita del presidente del Imperio al filo de la opacidad.
La única explicación es que deben recibir mucha guita por hacer lo que hacen. Mas allá de sus convicciones o posicionamientos ideológicos
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