sábado, 4 de abril de 2015

LA HORA DE LAS HIJAS

El delasotismo y el schiarettismo sortearon una crisis en los últimos días de Marzo que puso en vilo a la estructura del PJ Cordobés; se trató del reparto de cargos y de la imposición de un pliego de condiciones leonino. Después de 16 años el traspaso de mando de dos líderes ya sesentones y pico, que han logrado un cambio sustantivo en relación a los gobiernos radicales, desastrosos los períodos Angeloz y Mestre, se encuentran traspasando los umbrales de un fin de época que ya no interpretan.
La receta es la de mostrar más estructura y menos renovación y la poca que asoma viene arropada por la convivencia de largos años y lo que es común, la inclusión en las listas sábanas de esposas y – como corresponde – a estas alturas del paso del tiempo – las hijas; tal el caso de la esposa del todopoderoso Domingo Carbonetti a cargo de la junta electoral y del diputado nacional, Carlos Caserio, que acaba de jubilar a su esposa y cede la banca dinástica a su hija.
El delasotismo sintió que la suerte de su líder le resultaba una quimera al schiarettismo que prioriza la pelea provincial por sobre las intenciones presidencialistas de De la Sota. La escaramuza produjo heridos en los dos bandos aunque la mayor parte de los estiletazos se la llevó el propio Juan Schiaretti que para lograr la candidatura tuvo que resignar la candidatura a legisladora del departamento Capital de su esposa, Alejandra Vigo. Ministros que se van pasan a las bancas y los caudillos regionales que conforman el elenco estable de PJ Cordobés van por sus reelecciones en las representaciones departamentales.
La última elección legislativa nacional dejó al PJ arañando una victoria pírrica, con un 3er. Puesto histórico en la Capital y soplándole la nuca el FPV, 15,1% a 15%.
El escenario provincial se presenta complicado. El radicalismo, más el PRO y el juecismo unirían trabajosamente fuerzas. El radicalismo viene de una pésima gestión municipal en la Capital, no solo no resolvió la cuestión central del transporte sino que lo empeoró gravemente, concesiones sospechosas, servicio de recolección deficiente, tasas y multas altísimas,  la probable candidatura de  Ramón Mestre arranca mal en su distrito, además de la espada de Damocles que pende sobre su cabeza en la investigación del caso CBI que se tramita en tribunales federales y que tiene a su ex secretario privado , Juan Pablo Ostanelli, en la mira. La posible unión con el juecismo sería contranatura, más de oportyunismo que de proyecto político. El PRO con Héctor Baldassi es la colectora auténtica del macrismo.
Así las cosas todo parece que se vivirá en suspenso hasta las horas finales de la contienda, aún sin fecha y que resulta el as en la manga de DLS aunque se especula que la fecha fue parte de la afiebrada negociación; la incógnita es si frente a dos expresiones claramente conservadoras cuál serán las posibilidades de una variable electoral progresista. El espacio existe y ese parece ser el andarivel por el que se moverá Eduardo Accastello, el intendente de Villa María para proponer una instancia de cambio tras 32 años de un mismo formato.


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