LA SARLO Y SUS DIVAGUES SOBRE CARRIÓ

Repasaba hoy un reportaje de Beatriz Sarlo en Miradas al Sur y llama la atención esa necesidad de ponerle a Carrió un poco de consideración, es como que se da cuenta que hace rato, bastante tiempo , que despistó por los laberínticos caminos de la comprensión lógica. Es meritorio su esfuerzo por categorizar una simple patología y tratar de buscarle una psicología al mesianismo. Se trata de una creencia y Carrió hace tiempo que ventila sus visiones místicas. En cada cigarrillo encendido y en la caracterización de su propio guión emerge el trueno de su admonición de turno y entonces uno se pregunta que cosa racional puede ofrecer una persona francamente desquiciada ? Viene de recorrer ciertas capitales, recibida por segundones a las apuradas, uno eyectado después de la entrevista así que sus resultados no pueden ser tenidos en cuenta, apostrofando veleidades inexistentes a juzgar por la insignificancia de sus acompañantes; Patricia Bullrrich y un aún más ignoto candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires. Inexistente en las últimas elecciones distritales, el caso de Salta ha sido exponencial de los restos de su prédica: 3 mesas = 3 votos, en Chubut sucumbió ante el PO; sus armados en otras provincias es lastimoso, el caso de Córdoba por ejemplo donde anunció a sus candidatos en un minishop grafican con exactitud a donde va la propuesta insensata liderada por Carrió, la defendida de Sarlo. Reniega Sarlo de su ex marxismo - maoísta para reinvindicar a la desacarriada candidata que según ella fue la única en profetizar la bajada de las marquesinas de varios presidenciables pero no dice que la pobre Lilita no puede hacer otra cosa que sostener esa bandera desflecada de lo que fue un refugio de las causas perdidas del 2001 y que pudo sobrevivir gracias a las osamentas del radicalismo derrotado que necesitaba urgentemente un mascarón de proa donde canalizar su propia vergüenza. Recompuesto a medias el radicalismo ya no puede medrar votos Carrió, eso la desespera y aumenta el mesianismo hasta el grado de locura mística. Tan simple como eso y tan díficil de comprender por su defensora.