Estamos a horitas de la sentencia a los genocidas Jorge Videla y Benjamín Menendez junto a la horda de asesinos responsables de los fusilamientos clandestinos de la ex UPI 1. Miserables hasta el final, miserables de toda miserabilidad, allí están, decrépitos y acabados, los dueños de la vida y los bienes de miles de ciudadanos, esgrimiendo el ancrónico discurso de la guerra interna y de los fantasmas bolches, ellos los que impusieron el terrorismo de estado y se apropiaron de los bienes de las víctimas.Los asesinos están aguardando la sentencia y remiten a la etapa de la Argentina sin alma, bendecida por obispos cómplices, propagandizada por medios de prensa y sostenida por el poder económico y financiero.
Mientras la historia los adbomina se llevan puestos con ellos a un "prócer "del radicalismo, Ricardo Balbín, al que Videla sindica como el apoyo político al golpe del 24 de Marzo; en realidad no hace más que blanquear el rol de la dirigencia pusilámine y traidora durante la dictadura.
Memoria, Verdad y Justicia es el recorrido de este final de época que también selló el destino de la impunidad que los asesinos quisieron imponer como condicionante a la democracia.
Mientras la historia los adbomina se llevan puestos con ellos a un "prócer "del radicalismo, Ricardo Balbín, al que Videla sindica como el apoyo político al golpe del 24 de Marzo; en realidad no hace más que blanquear el rol de la dirigencia pusilámine y traidora durante la dictadura.
Memoria, Verdad y Justicia es el recorrido de este final de época que también selló el destino de la impunidad que los asesinos quisieron imponer como condicionante a la democracia.
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