Los  acuartelamientos
policiales obedecieron a un plan maestro o se trató de un disparador que puso
en movimiento el intento desestabilizador que sucedió con el correr de las
horas y a partir de lo que aconteció en Córdoba?  Todo indicaría que lo de Córdoba se dio en el
marco de una multiplicidad de causales: sueldos bajos – adicionales mal pagados
 - verticalismo discrecional  hacia adentro con casos de acoso,
prebendarismos  varios  - la desaparición de la caja de prostíbulos , a partir de la Ley contra la Trata que dispone el cierre de los prostíbulos en la Provincia - el tsunami del narcoescándalo  que se llevó puesto a la anterior cúpula, al ideólogo
del sistema policial de la última década, 
el ex ministro Alejo Paredes , todos estos detonantes confluyeron en la
asonada   y los saqueos que cada vez queda más claro que
fue  una acción organizada al menos en
sus inicios.  La aparición de remises y
taxis en los saqueos dan pauta de esta situación, las comunicaciones internas y
la cuestión que la policía se vale de remiseros y taxistas como buchones llevan
a pensar en algo bastante coordinado.
Ahora bien, con el país viviendo horas de tensión hizo
necesario que el ministro Randazzo intimara a la oposición a expresarse sobre
la situación para que salieran a hablar y tomar posiciones  sobre los conflictos desatados en las
provincias con sus policías. Lo declaración política más sólida fue la de los
bloques de diputados nacionales pero es dudosa la actitud de varios opositores.
Varios estuvieron complotados, como también varios medios de
comunicación. Perfil se ha convertido en una guarida de procesistas con  Ceferino Reato y Juan Gasulla como punta de
lanza del fin de los juicios. El Grupo Clarín en todo momento agregó tensión y
trató de sobredimensionar los conflictos repitiendo la misma  escena de los saqueos en Córdoba como si
ocurrieran en La Rioja, por ejemplo y aguardando una rebelión en Santa Cruz y
si es posible un saqueo generalizado en el Conurbano. Se vio la mano de Cano  y la ex diputada del FPV Stella Córdoba en
Tucumán, del barrionuevismo en Catamarca, del duhaldismo, el moyanismo, la CTA
golpista de Micheli,  el macrismo, sectores
de la Mesa de Enlace, con Buzzi a la cabeza tratando de echar nafta en todo
momento, con declaraciones, amenazas y buscando elementos perturbadores. Distinta
la acción del peronismo en Santa Fe que acompañó la estrategia diseñada por el
gobierno de Bonfatti. 
Pasó un momento clave en la vida de la democracia, uno más
de los operativos de desgaste al sistema. Deberá venir un replanteo sobre las
policías provinciales. Democratizarlas, ponerlas bajo control civil, como lo
que son una fuerza auxiliar de la justicia, eliminar el centralismo y propender
a una nueva  organización con distritos
insertos en la base de las comunidades. No puede haber más dilaciones en este
tema. Urge el control civil sobre la fuerza de seguridad y su subordinación a
los poderes legítimos. 
 
 
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