CARRIÓ, NO TE PASES DE LA RAYA GORILA

El paso de Elisa Carrió por las playas es el de un elefante en un bazar, la postal sería entre divertida y grotesca sino fuera porque esta infame pretende ser presidenta de la Argentina. La pronosticadora de todos los males habidos y por haber tiene en claro que marcha raudamente al baúl de la historia, es en esa desesperación que apela a cualquier cosa con tal de sostener el negocio de su partido de set televisivo y continuar medrando en las periferias del poder. Es una corrupta y una farsante.
Situada en la derecha-derecha y en el más anacrónico de los antiperonismos busca a su público en ese nicho electoral y desde ese reducto tratar de posicionarse en un hipótetico escenario de ballotage. Una chirolita de los medios que expresa absolutamente todo lo que los dueños del poder piensan : re-privatizar el sistema previsional, eliminación de retenciones, eliminación de subsidios, anmistía para los crimenes de lesa humanidad, eliminación de paritarias y represión es la agenda de una política canalla y antipopular.
Pero se mete con Evita para ofender a la presidenta, ella, la Carrió que sería una de esas viejas oligarcas que Eva hechó a patadas al momento de extender el certificado de defunción de la Sociedad de Beneficiencia.
Evita transitó caminos opuestos a la desagradable Elisa Carrió. Y también vistió como una reina. Las diferencias con Carrió no son estéticas sino esenciales, de acción y pensamiento y nadie más lejos de Eva que una gorila como esta impresentable.