
No sos una persona común,para nada. Surgiste como pudiste, cuando debajo de las camas los que deberían haber hablado no lo hacían. Loca mujer enfrentando los caballos y los palos mientras los televisores apabullaban de Mundial. Vos de ama de casa a símbolo de la resistencia, sos de otra dimensión mujer, y esa cuestión hay que entenderla para descifrar el mensaje dicho siempre en clave de alertar sobre lo que viene. En el largo recorrido de esa lucha desgarradora contra el terror al que enfrentaste con tu cuerpo y con todos tus muertos dejaste el alma, te hiciste una coraza inexpugnable a la tibieza y a los buenos modales. Te cansaste de ver obispos y embajadores, periodistas y políticos, clamando, implorando voces que multiplicaran lo que en esta tierra desangrada ocurría. Puertas cerradas y oídos sordos endurecieron el carácter de una madre desolada y ahora; Hebe vienen a sentirse horrorizados por tus dichos; como si alguna vez hubieses dicho otra cosa, como si fueras una mina politicamente correcta, como si nunca hubieras puteado a Menem, como sino hubieras dicho en plenas exequias de Alfonsín, donde la patria "políticamente correcta" de repente se olvidó de todo, que no se vieron pobres en esa despedida ... eran mentiras, acaso?
Discutamos otras cosas. Obcenidades puras, jueces obedientes a las corporaciones, jueces cómplices de la dictadura aún ejerciendo, apropiamientos de identidades y personas con la venia judicial, mano dura para abajo y blanda para arriba, servicio militar para que los chicos pobres se re-eduquen mientras los niños ricos puedan consumir sustancias caras, locuras del fin del mundo que blanden como garrote los señores y señoras serviles en el Congreso de otro mandato que no es del Pueblo.
 
 
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