Se llama abrir el paraguas al tipo de reunión realizada por Magneto con la tropa del Grupo Clarín. Algunos de sus jerarcas ni siquiera lo conocían, pero algo sucede en el microclima clarinesco para que el namer guan se haya corporizado y haya si él el principal bajador de línea sobre lo que necesita aclararse aún puertas adentro. En cualquier núcleo cuando esto pasa algo grave está ocurriendo afuera.
Magneto se puso al frente del plan destituyente y fracasó. Como argumento expuso la cuestión de que tanto él como sus lugartenientes, Rendo y Aranda, son dueños de extensiones de campo en la pampa húmeda y que para defender sus intereses estuvieron dispuestos a todo.
Los tres temas que más le preocupan y que adquirieron alta intensidad en estos dos años fueron expuestos descarnadamente.
La Ley de Medios.
La situación de la causa de los hijos adoptivos de la viuda Noble.
La cuestión Papel Prensa.
Los aliados con los que dice contar en esta "guerra" son las oposiciones en todas sus formas. Los que espantan, como el discurso de Biolcatti, hasta la jerarquía católica perdidosa en su apuesta por detener el avance de la ampliación de derechos, pasando por todo el conglomerado de partidos de derecha y funcionales de izquierda. Todos tendrán paraguas en sus medios para toda admonición al Gobierno.
No se anima a liderar el mismo el proyecto político opositor. Le falta ángel. Es más cómodo el negocio y la extorsión que someterse a la voluntad de millones.
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