CLAUDIO FANTINI, DE NIÑO MIMADO DEL CURA GAIDO AL RECICLAJE

Claudio Fantini es un periodista cordobés adicto al  “cortar y pegar” de traducciones de diarios extranjeros, de ahí hace como que es un especialista en política internacional, escribe en el diario La Voz del Interior, un medio sub- si - diario del Grupo Clarín. Allí despliega sus dotes de analista, análisis de cuarta obviamente y de copyright ajeno.

En su trayectoria obvia lo obvio, sus tiempos en “El ojo del buey” un programa de periodismo político que se emitía por LV2 , la radio del “angelocismo, puro y duro” , dedicado a ensalzar las bondades de la “Isla Angelocista” y que resistió hasta las últimas imágenes del naufragio, mientras Fantini y su mentor, José Oreste Gaido,  “El Cura” , observaban por el ojo del buey, literalmente, el final del poder que los cobijó durante largos 12 años.

El Cura Gaido, fue otro de esos personajes entre estrambóticos y mercenarios que alumbró la política argentina, un cura que abrevó – según decía – por el “tercermundismo” de los años 60 y que terminó en el banquillo de los acusados en el famoso juicio a Eduardo César Angeloz por enriquecimiento ilícito. El Cura figuraba como uno de los testaferros del ex gobernador de Córdoba y hombre fuerte del radicalismo mediterráneo. LV2 es la radio que se le adjudicaba a Angeloz.

 Gaido falleció hace pocas semanas, el complejo mediático cordobés al que sirvió durante 30 años puso paños fríos para ocultar deliberadamente el más destacado de sus roles; asesor, escriba, propagandista del régimen angelocista y testaferro del Jefe.

Con el advenimiento de la democracia, 31 años atrás, Gaido fue designado director de Radio Nacional; Claudio Fantini, recién egresado de la Universidad Católica como licenciado en Ciencias Políticas pasó a ser el benjamín del entramado orquestado por el Cura,  cuyo objetivo era el ser soporte comunicacional del angelocismo y expandirse a fuerza de pauta y negociados descomunalmente. La sorda interna con el “alfonsinismo” que controlaba la Nación y con el “mestrismo” , que gobernaba la intendencia de la Capital, hacía necesario para el “angelocismo” estructurar un núcleo de poder por encima de esas dos variantes, para hacerse del control hegemónico. En esa disputa, Gaido, cumplió un rol estratégico. Claudio Fantini, a sus veintipocos, un tributario del poder y el predilecto del Cura acaparador.

De ahí llega LV2, un medio al servicio de la propaganda controlado por Gaido al 100%, en esa radio y con ese paraguas, Fantini hace su vertiginoso ascenso en el firmamento mediático de la época. De la mano de Gaido llegó a ser director de Radio Nacional Córdoba y fue parte del proyecto Página 12 Córdoba, también ideado para formar parte del conglomerado de medios adictos al gobierno de Angeloz.

Los familiares de Regino Maders, el senador asesinado durante ese período y a la vez una de las grietas que el poder comenzó a mostrar por aquellos años, recuerdan la impotencia que sufrieron por la censura impuesta a sus reclamos por Gaido y Compañía.

Lo demás es historia conocida, la caída de Angeloz, la desarticulación de su poder ,  el estallido por los aires de los sueños expansionistas y el ostracismo al que la condena social envió a los personeras de esa etapa.

Fantini un auténtico angelocista, un beneficiario directo del poder de esos años, borra de su página ese trayecto Fantini, acerca del autor. La vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser, de la impronta gardeliana encaja justo en el impostor reciclado.