viernes, 15 de agosto de 2014

CARRIÓ DE MALTRATADORA Y MALTRATADA

Que una apologista de la violencia y del maltrato como Carrió se victimice en un actting en sus amigables estudios de TN nos es más que una demostración de cinismo e hipocresía política de la cual la propia Carrió es una permanente tributaria.
  Una mujer que es capaz de decir cualquier barbaridad y ofender sin miramiento alguno, una verdadera vocera del Grupo se manifiesta ofendida por dichos de su socio de esa especia de “corte de milagros” que es la alianza que se expresa y que puede tener solamente asidero en un electorado como el porteño. Carrió nunca será presidenta, el país no está en un estado demencial para soportarla y sus márgenes se estrechan en ese territorio donde se puede desarrollar una experiencia así de mortificante.
En la “corte de milagros de Carrió” pueden convivir distintas especies; desde onanistas mentales como Quintín y Fernando Iglesias hasta Pinki Cerebro Sarlo; todo está permitido en el snobismo recoletiano que recoleta tras su paso el aborto de la antipolítica.
En su actting autorreferencial, cuando no, se victimiza porque le dicen, según ella, “loca”, “chancha” y demás delicatesen, directamente proporcional a la violencia que ella misma genera en su rol de egolátra, desquiciada, paranoica y demás etc que si tiene asidero patológicos de la ocultadora de familia.
Turbio pasado como funcionaria judicial del régimen del terrorismo de estado, pasado que alguna vez habría que investigar a fondo, constructora de chacras a manos de inexistentes militantes de una vaporizada fuerza política, se empecina en hacerse llamar decente pero termina siendo una gran cagona; así lo demostró cuando Duhalde la llevó a juicio y salió reculando en chancletas de su temeraria acusación de “jefe narco de la Argentina”; allí perdió credibilidad a chorros.
La depositaria del odio furibundo del 2% volvió a mostrar la cabeza auspiciada por el mayor farsante del periodismo porteño, ella recogió los votos de Lanata en las legislativas y dice la verdad que el senil Pino Solanas fue en su búsqueda tras la posibilidad de una banca en el Senado, ese fue todo el cuento coyuntural, correrse de un gagá como Pino – otrora parte de la historia rica de la resistencia a la que abdicó cuando no le dieron las Galerías Pacífico, no cuesta mucho; los dos son válvulas de escape y ninguno incide más allá del sinuoso electorado porteño depende el humor de época.
Carrió mostró la grieta de su enorme y fofo trasero cuando le da la espalda a Solanas que despotricaba contra todo posible acuerdo con el macrismo y ambos energúmenos salieron disparados de sus cabales en el territorio que  mejor  conocen; el de los movileros. Dos terribles vagos, bien burgueses y dos pobres caricaturas de un escenario en el que solo pueden ser actores de reparto no mueven la báscula más allá del puerto.



No hay comentarios:

Publicar un comentario