La sospechosa muerte de Jorge
Suau el mes pasado en Córdoba, el número 2 de la financiera CBI desató una
situación de alcances políticos que impactan en el Palacio 6 de Julio, sede del
gobierno municipal encabezado por el intendente Ramón Mestre.. La carta póstuma
de Suau se ha convertido en la hoja de ruta de la investigación que lleva
adelante el fiscal federal Enrique Senestrari, a quien el malogrado financista
dirigió la misiva en cuestión. En el documento, Suau deja en claro que el
entramado financiero lo llevó a la muerte,
una estampida que vació en pocos días a la financiera y una ola de
ahorristas que vieron esfumarse sus fondos en un caso típico de especulación
financiera, avaricia por la plata fácil y riesgos asumidos por esas personas en
la mesa de dinero que funcionaba tras la pantalla del servicio de cajas de seguridad. La burbuja se pinchó y
voló por los aires un sistema especulativo que manejaba hasta 400 millones de
pesos.
Empresarios que bicicletaban con
cheques a cambio de efectivo aparecen como principales beneficiarios del caso
que continúa expandiéndose como la mancha venenosa y que alcanza ribetes dignos
de un “Wall Street” en escala menor.
Tres nombres que aparecen en los
papeles de CBI y 2 de ellos señalados explícitamente por Suau en su carta son
los que hacen picar las balas en el mismísimo despacho del intendente Mestre. Juan
Pablo Ostanelli, el secretario privado de Ramoncito y Juan Pablo Diaz
Cardehilac , el secretario de transporte del ejecutivo municipal, son los
nombres que aparecen en una línea investigativa sospechados de coimas y manejos
discrecionales de los dineros del transporte urbano que iban a CBI para proveer
fondos frescos a través de la licenciataria encargada de la recaudación diaria.
Se agrega ahora el nombre de
Marcelo Cossar, el viceintendente, que a su vez formaba parte de una empresa
con Ostinelli, que no figuraba en la DDJJ de Cossar, un hombre acostumbrado a
omitir porque tuvo que hacer malabares para aclarar sobre porque ocultó una
casona en un famoso country cordobés. Cossar viene comprando todos los números
porque también apareció vinculado al escándalo del narcotráfico como abogado de
uno de los narcos detenidos en el divorcio y en el asesoramiento legal del
mismo.
La empresa oculta en las DDJJ del
viceintendente tiene como socio a Ostinelli. Ambos, junto al intendente Mestre
figuran a la vez como socios en el estudio jurídico ubicado sobre la calle San
Luis 44 de la ciudad de Córdoba. Es decir demasiadas coincidencias juntas que
giran en torno a la figura de Mestre. Sus amigos y socios, envueltos en el
Tsunami de CBI y en medio de un enrarecido clima político que desde el
aumentazo del boleto de transporte que le agrega una cuota de malhumor
impensado sobre una gestión anodina, pobre en iniciativas y obras, y en un
peligroso sistema de relaciones.
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