El "Caracazo" trajo a la superficie los límites del demoliberalismo, entre 300 y 500 muertos en las calles de Caracas y una cifra no precisada de heridos pusieron sobre el escenario la realidad trágica del país Suramericano exportador de petroleo, integrante de la OPEP, pero carcomido por la corrupción y la venalidad de la seudo-democracia ejercida por el COPEI y la Acción Democrática, en una suerte de alternancia arreglada que hizo crecer geométricamente la pobreza, un 53% de hogares pobres según estadísticas del propio gobierno de Carlos Andrés Pérez, y produjo la concentración del poder en las altas burguesías y oligarquías.
La realidad de Venezuela y democracia formal era la de un país rico pero que no podía fabricar ni una lata de conservas; aún cuando abundaban conservas en su clase dirigente, no tenía ni siquiera electricistas en las clases populares y la educación superior privatizada al mejor estilo de la wife of life. El Caracazo que estalló el 27 de febrero de 1989 fue el comienzo del fin del sistema venezolano y su democracia burguesa, vigente durante un cuarto de siglo; el prolegómeno de una nueva etapa. De ahí en más, surge un liderazgo que interpreta al pueblo ausente de la fábula neoliberal, el de Hugo Chávez Frías que el 4 de febrero de 1992 sacude el statu qúo y pone en jaque al corrupto gobierno de CAP. La cuenta regresiva de la fantochada había comenzado aún con la derrota del movimiento M200, liderado por Chávez que va a prisión.
- El 4 de junio de 1943, otro Coronel en la Argentina protagoniza un movimiento, el GOU, que derrumba la democracia fraudulenta, miserable e injusta que regía en el País. 50 años separaban a ambos acontecimientos históricos; es decir la figura de Chávez irrumpe en una escena pre-peronista encarnando una nueva generación pero con capacidad para interpretar un momento crucial en su país. Los mismos principios y las mismas banderas que por estos lares ya habían flameado medio siglo antes.
Lo que viene es historia conocida. Lo real es que el comandante de la Revolución que tiene raíces profundas en el pueblo está enfermo. Está grave. El hombre que con todos sus aciertos y errores supo labrar un destino colectivo con su pueblo e insertar a un país colonizado en las propias venas abiertas de Latinoámerica está luchando por su vida. Como él, Perón también tuvo que soportar la horas de destemplanza de sus enemigos, en la propia Caracas intentaron asesinarlo en pleno exilio un grupo de sicarios de la dictadura aramburista, pero siempre sostuvo - aún en las horas de derrota - la alianza con las clases populares que jamás lo abandonaron. En ese pueblo que ruega por la salud de Chávez está la fortaleza que acompaña a uno de los más sobresalientes líderes de las últimas décadas de la causa de Latinoamérica unida.
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