miércoles, 31 de octubre de 2012

MAGDALENA RUIZ GUIÑAZU Y ALBANO HARGUINDEGUY, CURIOSA CONCIDENCIA


El tiempo la embrutece aún más, ella que nunca fue una lúcida sino una vieja diariera, derrapó mal con el temerario título "robar a los muertos" acá , no tuvo dignidad para reconocer que le erró fiero, a no ser que esté claro que como buena hija de puta que es trató de hacer una opereta que le salió  barata.
Ya su entrada a la CONADEP fue cuestionada; Osvaldo Papaleo dijo por aquellos días de 1984 que Magdalena Ruiz Guiñazú no tenía autoridad moral para estar sentada allí, ella amagó con renunciar y el presidente Alfonsín le rechazó su renuncia, aunque quedó golpeada. Su cercanía al vocero presidencial, José Ignacio López la llevó a ser tenida en cuenta por Alfonsín.
Es una berreta que vende apellido y pertenencia a una clase pero para nada una periodista comprometida, es un símil de Mirtha Legrand de radio, su voz chillona, aturdidora, llena de furcios, solapera vieja y a cierta altura del día una histérica que aburre.
Tan comedida, tan educada y modosita, con los jerarcas del "proceso" a los que llamaba "señor ministro", "señor presidente" se hace la destemplada y la fiscal sin concesiones con cualquier funcionario perteneciente a un gobierno elegido por el Pueblo. Sus preguntas a los jerarcas de la dictadura sonaban complacientes, se aproximaba más una colaboradora del proceso que a una periodista.
Expuesta por aquel pasado, ella, una antiperonista furiosa, a la que se cayó el maquillaje de periodista independiente, viene con un artículo traído de los pelos, apoyada por otro personaje fuera de ciclo hace rato como Fernandez  Meijide, sin resistir una mínima defensa ante la primera estocada. Tal pueril y tan poco consistente resultó la nota publicada que a la primera desmentida se metió bajo la cama, seguramente para recordar otros tiempos en los que era una mimada del poder, poder que ese día, justamente, perdía a uno de sus símbolos más ignominiosos, Albano Eduardo Harguindeguy, a quien ella trataba tan deferentemente.

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