
En la Argentina de esos días muchos han perdido la brújula. Macri que desdobla y no desdobla. Clarin, el auspiciante del oposicionismo, no solo perdió credibilidad hace rato sino que ya entró a pifiarla mal, inventa ministros y diputados. Cualquiera. Pino Solanas se abraza con Duhalde y Venegas en la expo del monopolio. La Margarita sigue deshojandose sin encontrar rumbo para su Gen. Carrió, hiperdevaluada, se convirtió en una mueca desagradable sin destino. Una vedetonga le escupe mediaticamente al retro-metrosexual ex presidente del BCRA , verdades que solo las sábanas farandulescas conocen. Decrépita y oxidada la Legrand ha sido eyectada sin que le reconozcan sus servicios domésticos a la causa de la derecha ignorante. Las otroras vacas sagradas del periodismo vernáculo pelean con el pasado de complicidades que los condena y aunque truenan desde sus columnas el mundo sigue andando. Pedraza, un intocable, está preso acusado de un asesinato que le ha puesto una raya a la impunidad. Alfonsín Jr. no comprende que las simpatías no se traducen en votos y menos que tengan efectos de traslación hereditarias. Menos aún que los provocadores del desastre, los que proponían eliminar la educación y la salud pública, los que hacharon los haberes jubilatorios y los sueldos, se propongan como salvadores de un país que tienen retenido en la foto trágica del 2001. El patético vicepresidente de la Argentina tiene que caminar a las escondidas añorando los restos de la popularidad perdida y la posibilidad cierta de haber sido cabeza del proyecto conservador. Y Sanz, el senador de la horrorosa frase discriminatoria contra la AUH, va recogiendo los heridos de la apuesta fallida del cobismo que han quedado colgados de un pincel. Caída la pátina de legitimidad de sus reclamos, la Mesa de Enlace se perdió el verano intentando reflotar un pasado de multitudes que esta vez le hizo sentir su indiferencia y remitió a la verdaderas intenciones de los dueños de la tierra en la Argentina: ir por más a costa del trabajo esclavizador. Diputados jetones y ridiculos de campera amarilla que proponen mano dura y servicio militar obligatorio para los negros pobres fueron desnudados en su propio cubil, aire acondicionado para ellos y salarios de hambre, pobreza y hambre para sus empleados esclavos.
De esto se trata, del país puesto patas para arriba. El tablero con sus jugadores listos para largar pero ninguno con margen para jaquear al Rey, a la Reina en este caso.
De esto se trata, del país puesto patas para arriba. El tablero con sus jugadores listos para largar pero ninguno con margen para jaquear al Rey, a la Reina en este caso.
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