sábado, 17 de julio de 2010

SOLO QUEDAN LAS GANAS DE LLORAR ...


La madrugada del 17 de julio de 2008 parecía haber parido un nuevo líder, sin embargo poco queda de aquel día. El ingeniero bobo nunca pudo sacarse de encima la mochila de traidor. Fue útil para ciertos sectores, un idiota útil mejor dicho. Para Biolcatti & Cía. Para la derecha que no lo votó. Para el peronismo menemista-feudal y conservador. Para el PRO. Para las vedetongas. Para una serie de outsider de las política, como el enérgumeno diputado Olmedo de Salta. Para el cardenal. Todos ellos lo bendicieron. Le hiceron creer que encarnaba la esperanza argentina frente a la brutalidad de la Argentina crispada. Pararse al lado de Cobos daba prestigio, votos, imagen.

Y ahora? Hasta La Nación, sponsor oficial del ingeniero Cobos, publica la caída estrepitosa de su imagen y su caudal de votos. Parece que Cobos es mufa. Lo esquivan los mismos que lo llevaron al podio. Parece chiquitito a la par de la Presidenta.

Sin embargo, este hijo de puta, conspira. Continúa haciéndolo, no pierde ocasión para hacer daño. Ahora dice que no vetará la Ley de Matrimonio Igualitario a pesar de la gran cantidad de mensajes que recibe para hacerlo y de su pensamiento (contrario a la Ley, obvio). En otro escenario lo haría. De ser él el encargado de desempatar otra vez, lo hubiera hecho en contra.

Ahora, a dos años de la traición no existe. No le da el piné. Es un pelotudo, una mezcla de De la Rúa con Quico (con perdón del genial actor mexicano), solo eso.

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