domingo, 4 de agosto de 2013

LOS FISCALES DE LANATA ...



De los 38.000 fiscales de Lanata si uno se toma la molestia de cotejar los nombres de la página virtual con los que efectivamente participaron del acto electoral puede comprobar otro fiasco más del obeso rollinga. Alguien ha visto a uno solo? Uno que se levante a las seis y media, desayune, se duche, y salga a ser fiscal de una mesa electoral? Sanata-Lanata. 38.000 fiscales alardea el cerdo, con sobredosis de insulina porcina,  pero a la hora de la verdad no pasan del “me gusta”.
Alguno imagina a una tilinga lanatista  a mula para cubrir una mesa en la Puna?  En que cabeza entra que la sarta de estupideces, idioteces y sandeces que el afiebrado larga humo se convierten en realidad más allá de su exposición mediática? Alguno de estos huecos es capaz de estar 12 horas cumpliendo con una responsabilidad cuando no son más que una sarta de irresponsables? Alguno de los chetos de su tribuna dominguera va a sacrificar su domingo de rollers y pavadas para vivir una jornada interminable? Tendrá conciencia, alguno que más que jarabe de pico se trata de un acto militante que se ejerce como un aporte a la construcción de más fortalezas al sistema democrático y a la propia identidad de las ideas de cada uno?
¿Alguien puede suponer que esta mentira lanatista pueda ser realidad?
Habla el Gordo Lanata y él mismo tiene un insoportable olor a mierda. Es desagradable en todo, a simple vista. Un ser corrompido.
Las voces que levanta en su columna son las de un personaje sin entidad como Tumini. Un busca con menos votos que Mangeri , solo eso. Hablan ignotos dirigentes que solo Lanata conoce, como un tal Pablo Olivera da Silva ¿? Presentado como coordinador de la Red de Fiscales Virtuales y capacitador, además. Será para tanto? ¿Porque la República desperdicia  estos cráneos?
Aparecen en sus columnas personajes truchos como De Narváez o alguno de sus secuaces,  como Ferrari, incapacitados para visualizar sus propios e inminentes derrumbes electorales, al fin y al cabo tan  truchos como Lanata – un mercenario corrompido que utiliza su deteriorada salud para el autobombo.
Lugares comunes y frases hechas, mitos de baja estofa, elucubraciones de mentes afiebradas, le falta resucitar la anécdota  de las hoja de ombú en el mate que los conservadores les daban a los radicales de la década del 30 para purgarlos y volcarles el padrón o el voto cadena o los muertos que votaban o los matones de Fresco en el cuarto oscuro señalando el voto.
Y todas esas estupideces la sarta de otarios creen a un embustero serial como es el gordo, un megalómano insoportable, que no resiste archivos de la semana anterior.
Todo un  estafador que figura con 2 números de DNI.

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