lunes, 4 de abril de 2011

EL JINETE BIZARRO


Internucha, que otra cosa puede ser el mamarracho ideado por Duhalde para tratar de medir algo e incidir aunque sea un milimetro en la opinión publicada, como si esa fuese la única variante que tiene a su alcance en la empecinada subsistencia política en la que está empeñado ? El triste rol de Duhalde de estos últimos años es de autoconsiderarse la única salvación ante el abismo, como en el 2001, pero con un escenario que ha mutado sin que el conservador ex gobernador pueda registrarlo.
Que calidad institucional puede garantizar un acto al que se puede participar hasta con un volante recogido del piso ? Qeu aractivo puede tener una disputas entre dos devaluados postulantes a una hipótetica alianza de derecha que no se sabe quien va a liderala ?
Duhalde esta extraviado. Es el jinete de una patrulla perdida que hace mucho tiempo se ha desconectado de la realidad real.
Sus análisis sobre los resultados de Catamarca y Chubut son los de un hombre que necesita un diván urgente para que le ayude a aclarar ideas y pueda poner los pies sobre la tierra. Lo suyo es un caso de siquiatría, el de un hombre empecinado en controlar el cauce del agua. Lo suyo roza el ridículo. Pegando trompadas al aire tratando de encontar su propio lugar sin percibir que ya es un diluido de la historia. Con Cobos, con Solanas, con Carrió, con Frankenstein. Cualquiera, soportando incluso los desaires y el maltrato al que lo someten, desde piantavotos a narco.
Como un cruzado, con la sola armadura que le presta Magnetto, acomete el bizarro jinete contra cuanto molino de viento encuentra a su paso. Ya es nadie, Duhalde, y eso lo hace insoportable.

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