Imágenes y palabras en la Cumbre Ibeoramericana que dimensionan el momento político nuestra Presidenta. La centralidad de CFK en la Cumbre fue notoria, sus palabras la ubican claramente en un estadíol superior y el reconcimiento internacional alcanza a verse hasta en los gestos. Cada instancia mostró a una Cristina posicionada en un escenario importante y en clara sintonía con las definiciones que la globalidad reclama de sus líderes. La Cumbre misma dejó hace rato de ser una postal de figurones para ser una instancia de construcción desde otra lógica, con otros discuros, otros desafíos y de instalación de agendas mucho más próxima a la realidad de la Región y a los dos países de la Península. De-construcción dijo Cristina para construir con más sustento la respuesta concreta desde el Estado frente al mercado la seguridad alimentaria.
El homenaje de los líderes a Néstor rescata el recorrido empecinado de ese arquitecto de la integración y que de seguro es uno de sus legados más importantes.
La cotidianeidad nos devuelve a la política doméstica y al acto del radicalismo alfonsinista. Voz impostada, gestualidad copiada, retórica culposa del hombrecito que usa el traje del papá difunto y que se conduele por igual de muertes próximas y ajenas en un curioso y patético paralelismo. Nada de otro mundo, una oferta más del centenario partido conducido por Carrió en el Congreso.
El homenaje de los líderes a Néstor rescata el recorrido empecinado de ese arquitecto de la integración y que de seguro es uno de sus legados más importantes.
La cotidianeidad nos devuelve a la política doméstica y al acto del radicalismo alfonsinista. Voz impostada, gestualidad copiada, retórica culposa del hombrecito que usa el traje del papá difunto y que se conduele por igual de muertes próximas y ajenas en un curioso y patético paralelismo. Nada de otro mundo, una oferta más del centenario partido conducido por Carrió en el Congreso.
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