De todo lo que sucede en estas horas de tristeza para nosotros, que volvimos a levantar banderas, a retomar el compromiso militante con Néstor al frente, el mar de frases hechas, de hipocresías cortesanas es lo que abruma, es lo que hace irrespirable el clima de tragedia. Prefiero el odio del blog de todos gronchos (todosgronchos.blogspot.com), esa rémora del peronismo federal que se expresa con rencor porque hacen notar la profundidad del cambio emprendido en el 2003. En esa manifestación miserable, incoherente y frágil está clavada la espina de la vergüenza pero al menos marca a las claras la resistencia a la que tuvo que enfrentarse el hombre que visualizó mejor que nadie el fin de época que transitamos. Desde esa tribuna del peronismo domado, que mal interpreta a Perón y lo traciona, se bastardea el dolor y muestra la pequeñez humana. Así mismo y todo refleja el sincericidio brutal de la dirigencia pusilámine de la Argentina que esconde lo que piensa en sus propias casas y pondrán cara y gestos de circunstancias ante el cuerpo de un hombre que los trasciende largamente y que demostró mucho más coraje que todos ellos juntos. Encendió las ganas de luchar, volvió a poner contenido e ideas en un casacarón vaciado por la ruindad del seudoperonismo conservador y feudal, que Perón adbominó y atrajo nuevamente a una generación a ponerle vida y alma al Peronismo.
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