La ceocracia va confirmando todos los días que el paradigma neoliberal es el programa de gobierno, el guión para la puesta en escena electoral quedó abollado en el cesto del inodoro. La manipulación que se hizo de la opinión ciudadana deslegitima este gobierno que opera como una task force delos intereses sectarios y corporativos que representa realmente. El pensamiento de un sector minoritario del pueblo se hizo del gobierno blandiendo una agenda que nunca estuvo en sus planes aplicar y desde el primer día avanzó con las medidas que pusieron con claridad el rumbo elegido.
Todos los días oímos al jefe de la banda con su mensaje optimista y un poderoso sistema mediático confundiendo sobre las reales intenciones en la aplicación de cada medida.
Por primera vez gobierna la derecha sin recurrir al golpe. El destartalado y casi inexistente radicalismo sirvió de furgón de cola del entramado mafioso que triunfó en el balotaje. Cada corporación tiene su ministerio. Cada grupo económico tiene su ministro. Cada espacio del poder fáctico tiene su lobbysta en el gobierno, no ya puertas afuera sino del otro lado del mostrador, dellado donde se decide. El desconocimiento de la función pública y el acendrado prejuicio que han alimentado en sus empresas y grupo económicos los alejan de la concepción de un Estado ordenador y de equilibrio en la puja de intereses y demandas para mantener el pensamiento propio del Estado obstaculizador de las dinámicas económicas y al servicio de los vagos como pensaba Alberdi. Prejuicios ancestrales de una meritocracia entendida desde los posicionamientos de clase y no desde las condiciones equitativas. Una clase que piensa que el mérito reside en evadir capitales millonarios a las guaridas fiscales,comenzando por la propia cabeza de la banda delincuencial. Estos 6 meses los muestran improvisados en el ejercicio del gobierno pero seguros de los objetivos trazados y de la ejecución de las medidas que sean necesarias para sostener un sistema opresor de las demandas de los sectores populares.
Arropados por el dispositivo mediático , en nombre del cual ejercen el poder y a cuyo mandato responden, los CEO día a día nos aproximan al abismo, llegará el día en que si lo se formula una resistencia articulada y con el suficiente poder popular construido nos llevarán a dar el paso fatal.